Los Cedros crecen en zonas de climas húmedos, donde los hongos e insectos someten a estos árboles a condiciones extremas llevándoles a desarrollar cualidades de autoprotección que les permite defenderse de la acción de agentes degradadores.
De aquí que la MADERA DE CEDRO sea, de forma natural, un magnífico repelente de polillas con un riquísimo aroma a bosque… muy lejos de esos terribles olores químicos a naftalina que todxs recordamos con horror.
Estas polillas específicas de la ropa (las que vemos volar cerca de las velas por la noche no son lo mismo. Don´t Panic!) son insectos que se alimentan de fibras textiles orgánicas como la lana, la seda o el algodón. Detestan la luz, por eso aparecen solo en zonas oscuras como los armarios, y los olores fuertes, en especial la Lavanda y el Romero.
Prevenir la aparición de estos animalitos es fundamental para que la ropa nos dure mucho tiempo en buenas condiciones. Por eso en Tsenoh! acompañamos siempre nuestras prendas de lana con saquitos de Cedro en cada pedido.
Preparar vosotrxs mismxs estas bolsitas 100% naturales es muy sencillo y una buenísima idea antes de guardar la ropa con el cambio de estación o simplemente para revitalizar el aire de nuestros armarios durante todo el año.